La caravana de los horrores

La caravana de los gitanos traqueteaba por la carretera sin rumbo fijo, un camino sin fin que solo recorrían en el día para parar por la noche, cuando trabajaban. En esos momentos estaban en un pequeño pueblo, después de una jornada agotadora todos tomaban su cena alrededor de una hoguera. Era el jefe un hombre bonachón trajeado, las gemelas, el hombre alto y un perro…

-Ya casi llegamos a la fecha-dijo el jefe.-ya va tocando-dijo el hombre alto-victimas, victimas – dijeron las gemelas-¡guau!-ladró el perro. Hablaban de la noche de Halloween. –mañana partiremos al alba y en el próximo pueblo buscaremos victimas dijo el jefe. Así fue, al día siguiente partieron al siguiente pueblo y llego la hora de trabajar-Muy bien amigos míos, llega la 1ª tanda de clientes, estad muy atentos- hizo un gesto el jefe para que todos se pusieran en sus puestos.

Así pues abrió la puerta de la caravana la cual estaba preparada lúgubremente para la ambientación. El iba guiando a las personas para enseñar los seres más horripilantes con la ayuda de un simple quinqué. El grupo pasó, una familia o tal vez turistas, 3 ancianos, 2 ancianas y un par de niños.-prepárense para ver…¡¡¡al horrible hombre planta!!!-era el hombre alto en una jaula con un montón de enredaderas que lo cubrían de arriba abajo, -buuf- susurro, y se movió lentamente, los ancianos se sorprendieron y soltaron un –ohhh- con admiración. Pero el pequeño jefe se apresuro a mostrarles, corriendo hacia la siguiente jaula, la siguiente criatura-las siamesas unidas por la pelvis-obvio nuestras gemelas con un maquillaje bastante cutre rodeando de sangre esa zona, el jefe les guiño un ojo, acto seguido ellas sacaron un cuchillo escondido e intentaron clavarlo para desunirse, del amasijo salto un chorreon de liquido rojo mientras emitían gemidos de dolor, los ancianos retrocedieron, los niños no se movieron un centímetro de hecho querían ver la “continuación”, el jefe los miro admirablemente, fue corriendo a la ultima jaula con el tambaleo de su quinqué despertó a los niños de su trance-he aquí la ultima de mis criaturas horripilantes, el perro zombi-El pobre perrito estaba cubierto de chuletas y tripas de varios colores, el amasijo de carne era asqueroso, el perro tomo un pedazo de algo rosado y lo engullo-nuestro perro sobrevive comiéndose a si mismo, no sabemos como llego a este estado, también si le hechas un trozo de carne se adhiere a su cuerpo mágicamente-explico el jefe, una de las señoras vomitaba a causa de la aberración que le producía el animal. El jefe saco un pañuelo de su bolsillo y se lo entrego a la señora, a los pocos segundos la empujo suavemente hasta la salida-hasta aquí la caravana de los horrores con mis criaturas mágicas y abominables que nunca habrían podido imaginar-la gente salio por la puerta, pero los niños miraban los objetos que poblaban la habitación…probetas, frascos con ojos u partes del cuerpo, libros, bolas de cristal de distintos colores y objetos que no podían ver a causa de la oscuridad, el jefe tenia los ojos clavados en los niños pero no podía hacer nada a causa de los ancianos, le comento al oído a los niños que si querían ver personalmente a sus criaturas volvieran a media noche, los niños rieron y dijeron que si y salieron corriendo, el jefe pensó que seria imposible que les dejaran ir allí siendo tan pequeños.

Como de costumbre los “actores” reposaban después al fuego comentando sus trivialidades diarias. Los niños aparecieron y el jefe fue a recibirlos con los brazos abiertos pero ambos niños sacaron un arma, los residentes de la caravana quedaron atónitos-dadnos todo el dinero-dijo el niño mas grande,-¿Qué os habíais creído?-dijo el mas pequeño-¿que no sabemos nada?-. El jefe no creyó para nada el juego de los niños pero les siguió el juego para sorpresa del resto del grupo y fue a sacar un pequeño saco con monedas plateadas, les mostró unas cuantas y se acerco a uno de ellos. De un rápido manotazo tiro el arma de uno de ellos-seguro que es de juguete-dijo, el otro niño disparo al hombro del jefe, para horror del resto del grupo el arma era real. El jefe se retorcía de dolor en el suelo, el resto del grupo no lo podía creer y el terror se apoderaba de ellos al fin y al cabo un arma en manos de un niño puede producir cosas impredecibles. Los niños se miraron y después al arma del suelo acto seguido miraron al grupo que se miro entre si, y el jefe desangrándose en el suelo –coged el arma si queréis-dijo uno de los niños, el hombre alto lo tomo el arma de forma fugaz y sin pensarlo-¡¡malditos!! Esto no es un juego-dijo. Los niños rieron sarcásticamente, parecían enfermos. El niño desarmado le dijo al otro-hazlo- los del carromato extrañaron, el niño con el arma se apuntó a la sien y disparó, cayo desplomado en décimas de segundo, al tiempo el hombre alto cayo de rodillas y dejo caer el arma al suelo, las gemelas tenían los ojos fuera de orbita y se sujetaron la cabeza con ambas manos mientras gritaban, el jefe tenia la vista nublada entre tanto caos. El niño desarmado dijo-no te quedes ahí mucho tiempo-el niño con el arma, aun en su mano se levantó para peor impresión mostró al resto el orificio, sin desviar la mirada fija en ellos, que se había producido instantes antes, se señalo-este es el cuerpo de un niño inmortal dijo…-presiono el orificio-esta sangre es de verdad-y rió burlonamente. La angustia creció tanto que el hombre alto disparó sin piedad a los niños, pero erró en los disparos y quedaron solo los ecos en el aire, se quedo sin balas. El niño con el arma se acercó a el, el hombre alto quiso huir pero estaba paralizado por el miedo, el niño le propino un fuerte golpe en la nuca que dejo al hombre inconsciente. Las gemelas intentaron huir pero el niño del arma salio tras ellas. El niño desarmado se acerco mientras tanto al jefe para hablar con el-solo sois unos estafadores-dijo tajante con tono de enfadado-¿Por qué nos hacéis esto?-gimió el jefe-porque sabíamos lo que queráis de nosotros, esta es la noche de Halloween-en ese instante algo se abalanzo sobre el niño-bien hecho Philippe-dijo el jefe, era perro, tenia los colmillos clavados en el cuello del niño-no me gusta matar animales-dijo este, se saco el perro de encima con facilidad, el perro volvió al ataque pero niño introdujo en su boca una perla, el perro forcejeo y finalmente cayo desplomado al suelo.-mi Philippe…-dijo el jefe casi en tono agonizante-no esta muerto, solo “duerme”-respondió el niño pasándose la mano por el cuello, se produjo un ruido sordo y después un “crec”, el jefe entendió que su viejo mastín le había roto el cuello pero con todo lo visto el niño estaba intacto…-¿Qué queréis?-repitió el jefe con los ojos cerrados con fuerza temiendo que había llegado su hora. Se oyó un crujido de ramas y apareció el otro niño-¿y las mujeres?-dijo el niño del arma-creo que cayeron por un acantilado hasta donde llegue siguiéndolas, no estoy seguro-contesto el otro. Ambos miraron al jefe que estaba ya inconciente.

El jefe despertó y vio a los 2 niños enfrente suyo, estaban dentro de la caravana-¡¡Dios mío no!!-exclamo-¿porque no me habéis matado?-prosiguió. Los niños sonrieron-queríamos que vieras nuestra pequeña venganza-dijo el mas alto-si, vosotros os hacéis llamar brujos, pero nos habéis subestimado a nosotros los azores-el hombre recordó la leyenda de los azores: “Los azores eran niños huérfanos abandonados a su suerte en un pueblo que fue azotado por la peste, por desgracia los pequeños huérfanos supervivientes no fueron socorridos por nadie por si se podía contraer una enfermedad, así pues dicen que esos niños desesperanzados y desnutridos optaron por volar a lejanas tierras como si de azores se tratara, ya que la región estaba poblada por estos pájaros, fueron a emprender vuelo desde un acantilado y se lanzaron…nunca se hallaron los cuerpos, se dice que algunos de ellos fueron vistos después kilómetros de su casa sin un solo rasguño y en perfecto estado”

Pero el jefe pensaba que no podía ser posible, era un cuento de niños. Ya mas meditativo pregunto-¿si sois lo azores como es que no habéis crecido?-aun no se dio cuenta le comento un niño al otro-somos fantasmas, sabíamos que querías tomar nuestros cuerpos para hacer brujería con ellos, pero nosotros conocemos fechas y rituales que ni tu mismo puedes imaginar-dijo uno de ellos-no eres el 1º que intenta engañar a estos pobres niños-dijo el otro con tono burlón y haciendo pucheros de modo inocente…-pero después de tu espectáculo y proposición-prosiguió el otro niño-decidimos…¡hacer un espectáculo de verdad!-acabaron diciendo los 2.

Hasta ese momento el jefe no se había dado cuenta que desde que había despertado no sentía su cuerpo, los niños encendieron varios quinqués y vio la caravana tal cual, vio como los niños empezaron a quitar pesadas mantas polvorientas al descubrir una de las jaulas vio a las gemelas petrificadas unidas, esta vez, como si hubieran sido cosidas de arriba abajo sus caras reflejaban un rostro de agonía, incluso con lagrimas de piedras preciosas, en la otra jaula estaba un árbol completamente inmóvil apenas se veían unas manos terrosas que contrastaban con sus hojas pero casi camaleónicas, en la otra el perro, estaba en perfecto estado-tu tomaras su papel- le señalo uno de los niños. El jefe miro su cuerpo era un amasijo de carnes grasas, se dio cuenta de que cada parte de su cuerpo estaba colocada sin ningún sentido, de hecho no comprendía como era posible, alzo la vista de nuevo y se dio cuenta de algo realmente extraño: Todos los cuerpos vivos de esa habitación tenían un tono azul y carecían de piernas. Estaba en el otro mundo y pagarían su pecado por toda la eternidad.

La caravana seguía trotando por un universo en torno estelar como siempre sin un rumbo fijo pero esta vez ascendió por el aire y se perdió por el horizonte…así pues se había convertido en una caravana de los horrores autentica por toda la eternidad….